Productores de algodón intensifican labores de desvare y barbecho en sus tierras

• Coordinan acciones la Representación de SADER en BC y el Comité Estatal de Sanidad Vegetal

MEXICALI, B.C., FEB. 07 DE 2021.- La oficina de Representación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en coordinación con el Comité Estatal de Sanidad Vegetal (CESV) y las empresas algodoneras de Baja California, trabajan de manera coordinada para concluir con las labores profilácticas (desvare y barbecho) de tierras donde se sembró el cultivo algodonero en los ciclos agrícolas primavera-verano 2018 y 2019 en el Valle de Mexicali.

El representante de la dependencia federal en el Estado, Ingeniero Juan Manuel Martínez Núñez, comentó que con este fin, se han estado realizado una serie de reuniones con productores y representantes de las empresas habilitadoras y despepitadoras de la región, con el propósito de hagan el esfuerzo de solventar los rezagos pendientes y así poderles liberar las cartas de garantía del ciclo agrícola primavera-verano 2021.

Explicó que entre ambos ciclos agrícolas, se contaba con una superficie de alrededor de 1,800 hectáreas sin desvarar y barbechar, de acuerdo a lo reportado por el Gerente Técnico del CESV, MC Roberto Roche Uribe.

Martínez Núñez aclaró que actualmente, y gracias a la voluntad y disposición de los agricultores del llamado “Oro Blanco” por resolver esta situación, solo quedan pendientes de ser trabajadas alrededor de 870 hectáreas, lo que implica un importante avance de las labores, desde que iniciaron las negociaciones con los productores de la región.

Con respecto al actual ciclo agrícola primavera-verano 2020, el funcionario declaró que aunque acaba de finalizar el proceso de cosecha, se acordó con los algodoneros que la fecha límite para realizar las labores de desvare y barbecho, será el 31 de marzo del año en curso.

Martínez Núñez aseguró que la SADER continuará trabajando con los algodoneros de la región con la finalidad de encontrar los mecanismos que permitan un ciclo agrícola productivo y rentable para los agricultores de la fibra, pese a las condiciones económicas que existen en el país y que no son ajenas para dicho cultivo.