IEEBC: ¿Árbitro imparcial o «padrino» del PESBC?

-
Legitima evento partidista tras polémica del 52% del presupuesto
- Por: Redacción / Análisis Político
MEXICALI, B.C.- La óptica en política lo es todo, y la del Instituto Estatal Electoral de Baja California (IEEBC) está completamente desenfocada. En una semana crítica, donde se ha revelado que el Partido Encuentro Solidario de Baja California (PESBC) podría absorber el 52% del financiamiento público para 2026 —convirtiéndose en el partido «rico» del Estado gracias a las fórmulas locales—, el órgano electoral ha decidido enviar un mensaje confuso y preocupante.
Apenas estalló el escándalo sobre la desproporcionada asignación de recursos, el IEEBC utilizó sus canales oficiales para presumir la participación de dos de sus consejeras, Vera Juárez Figueroa y María Concepción Castillo Rodríguez, en el conversatorio «Mujeres en la Ruta del Poder».
El color «Lila» no es coincidencia
Lo que el Instituto vende como un esfuerzo institucional por la igualdad, tiene un sello partidista evidente. El evento fue organizado por la «Red de Mujeres Lila BC». No es un secreto para nadie en la entidad que el color lila y esta red son brazos operativos y de vinculación del PES.
La contradicción es flagrante:
En los números: El IEEBC valida una proyección financiera que entrega al PESBC la «rebanada grande» del pastel (más de la mitad del dinero destinado a todos los partidos).
En los hechos: Las consejeras, que deberían mantener una sana distancia para garantizar imparcialidad, asisten como ponentes estelares a un evento de la estructura de ese mismo partido beneficiado.
Validación institucional a la carta
Al publicar este evento en sus redes oficiales, el IEEBC no solo difunde una charla sobre género; está legitimando y dando plataforma institucional a las actividades de un partido político específico.
Críticos y observadores electorales señalan el pésimo timing:
«Resulta sospechoso que, justo cuando se cuestiona por qué el PESBC se llevará tanto dinero público, el árbitro electoral aparezca sentado en la mesa de ese partido, conviviendo con sus diputadas y regidoras bajo el cobijo de sus siglas».
La pregunta obligada para el Consejo General es, si esta deferencia se tiene con todas las fuerzas políticas o si hay un trato preferencial.
¿Es esta la autonomía que defiende el Instituto? ¿O es la confirmación de que, en Baja California, el árbitro electoral parece tener un «consentido» al que no solo le valida presupuestos millonarios, sino al que también le aplaude y legitima sus actos de partido?






